Preguntas Frecuentes sobre la Trufa Negra y Productos Gourmet
La trufa negra se forma gracias a la simbiosis entre el hongo Tuber melanosporum y las raíces de ciertos árboles como la encina o el avellano. El hongo intercambia nutrientes con el árbol, y bajo tierra desarrolla el cuerpo fructífero que conocemos como trufa.
Principalmente la encina (Quercus ilex), el roble (Quercus robur) y el avellano (Corylus avellana). Estos árboles ofrecen las condiciones ideales de sombra, raíces y suelo para que se forme la trufa.
Sí, de hecho se recomienda rallarla o laminarla cruda sobre platos calientes para que desprenda todo su aroma sin perder propiedades.
Para uso doméstico, una trufa de 20–40 g suele ser suficiente para varias raciones. En restaurantes, se emplean piezas más grandes por motivos de presentación.
Huevos, pasta fresca, risottos, carnes, patatas y quesos suaves. Estos alimentos absorben y realzan mejor su aroma.
Manteniéndolo en un lugar fresco, oscuro y cerrado herméticamente. No debe exponerse a luz ni calor.